martes, 30 de marzo de 2021

Brecha salarial

*Este artículo fue entregado en origen para evaluación del Módulo 6. Igualdad de Mujeres y Hombres. Participación Política, Social, Cultural y Económica del Diploma de experto en Igualdad y Género: formación de Agentes de Igualdad de la UNED, obteniendo una calificación de 90/100. 


En España, la brecha salarial se coloca, según los últimos datos del INE de 2017, en un 21,92%. Es decir, las mujeres en España ganan de media anual un 21,92% menos que los hombres - 15,1% en datos por hora -, lo que equivale a trabajar 51 días gratis al año respecto a aquellos. 


Entre los datos facilitados por el INE encontramos varios puntos clave:

  • La presencia de mujeres es superior a la de hombres en los salarios más bajos, las proporciones se invierten a partir de quienes perciben como máximo dos veces el SMI. 
  • El número de mujeres a tiempo parcial es muy superior al número de hombres -30% de mujeres frente al 8% de hombres-, siendo la brecha en esta modalidad de 7,71%. Cuando se trata de jornada a tiempo completo, los valores se invierten y la brecha se sitúa en 11,49%.
  • La brecha salarial para los contratos indefinidos se sitúa en 23,45%, y baja hasta 11,8% en los contratos temporales
  • Los sectores Actividades Sanitarias y de Servicios Sociales, Educación  y Comercio están altamente feminizados. «Los tres sectores combinados absorben a más de un tercio de la fuerza laboral femenina» (Eurofund).
  • De manera excepcional, en el sector Industrias Extractivas, la presencia de la mujer es mucho más escasa -1800 mujeres frente a 29300 hombres-, pero la brecha salarial es de 9,75% favorable a las mujeres. Esto se explicaría por la mayor presencia de ellas en los puestos más cualificados. 
  • Del total de las personas con empleo, las mujeres poseen un título universitario en el 48% de los casos, mientras que entre los hombres solo el 37,82% posee una licenciatura o un grado. A pesar de ello, en todos los niveles de estudios, el salario de los hombres fue superior al de las mujeres.
  • Techo de cristal: solo el 1,81% de las asalariadas consiguen promocionar a Directoras y Gerentes, frente al 3,18% de los hombres. Pero al llegar se encuentran con una brecha salarial del 22,67%, por realizar solo 2 horas menos de trabajo a la semana.

Brecha salarial. Fotografía de Elena Castro.

Estos seis puntos pueden ayudarnos a dibujar la realidad de las mujeres en España. Como vemos, las mujeres sufren más temporalidad, más parcialidad e incluso constituyen el 62,2% de los trabajadores con Low Pay Rate. Y todo ello a pesar de que están más formadas que los hombres. 


Siguen existiendo profesiones fuertemente feminizadas con una gran carga de cuidados y educación, que es el papel que tradicionalmente se le ha asignado a las mujeres, y que se sigue reflejando en su vida profesional. En estos sectores, la brecha sigue siendo alarmantemente alta, lo que se podría explicar porque los hombres presentes en los mismos tienen un mayor acceso a la promoción y sueldos más altos. 


¿Por qué las mujeres presentan una mayor precarización?

  • El trabajo realizado por las mujeres sigue siendo visto como menos eficaz o especializado, lo que provoca que los sueldos sean en general más bajos en aquellas profesiones más feminizadas, o que las mujeres sigan ganando menos que un hombre por los mismos puestos o equivalentes. Claire Cain Miller puso de relieve que, «a medida que las mujeres toman el control de un área tradicionalmente dominada por hombres, los sueldos bajan». Y viceversa, cuando son los hombres los que toman interés en un área anteriormente dominada por mujeres (como puede ser el área computacional), los sueldos se disparan. 
  • A esto le sumamos que las labores de cuidado y domésticas siguen en gran medida en manos de las mujeres, el trabajo invisible no remunerado que igualmente aporta un gran valor a la sociedad y a los hombres que pueden prosperar profesionalmente sin preocuparse de nada más.
  • El trabajo de los hombres sigue siendo el principal sustento en la mayoría de los hogares, ya que suelen tener mejor sueldo y más estabilidad, lo que ocasiona que las necesidades profesionales de las mujeres estén en un segundo plano en caso de movilidad geográfica o número de horas a realizar, lo que a su vez contribuye a una menor estabilidad. 
  • Más del 90% de las excelencias por cuidados en 2017 han sido solicitadas por mujeres - 49.934 -. Esto, sumado a bajas por maternidad, o períodos de paro por este motivo, deja a las mujeres con serias dificultades para mantener una óptima carrera profesional, o directamente fuera de ella. 
  • Casi el 90% de la población mayor española declara que sus ingresos proceden de una pensión; eso sí, un 98,3% de los hombres de su propia pensión y un 48,3% de las mujeres de la pensión de su cónyuge, lo que deja traslucir la situación de desventaja en que han estado las mujeres durante su vida profesional, y demuestra el riesgo que acarrea para ellas no solo durante sus años productivos, sino también en el momento de la jubilación. 


Esta situación de por sí desigual, se ha visto agravada en los últimos meses a causa de la crisis económica ocasionada por la pandemia, como ya ocurrió anteriormente en otras crisis. De abril a noviembre de 2020, la brecha salarial entre mujeres y hombres aumentó en un 0,4%. Esto deja en evidencia que, en momentos de recesión, las primeras perjudicadas serán las que ya de por sí tenían una situación menos favorecida y que, como decía Simone de Beauvoir, «nunca podemos dar por adquiridos nuestros derechos, pues bastará una crisis política, económica o religiosa para que vuelvan a ser cuestionados». 


«Las medidas de confinamiento impuestas por los Gobiernos para intentar controlar los contagios han afectado de forma desproporcionada a las mujeres, empleadas mayoritarias de sectores económicos dedicados al servicio, de alto contacto social y bajos salarios y que han sido los más afectados por la crisis. Pero no solo han perdido el empleo, sino que las mujeres que continúan trabajando han visto considerablemente mermadas las horas que dedican a ello» (Marisa Kohan). 


Si a esto le sumamos que las mujeres son las primeras que renuncian en el caso de los cuidados, veremos que han sido muchas las que se han visto obligadas a dejar sus trabajos o reducir la jornada para atender a las hijas e hijos que permanecieron sin escolarización durante buena parte de la pandemia. 


«La OIT estima que las mujeres realizan el 76,2% de todo el trabajo de cuidados no remunerado de todo el mundo, dedicándole 3,2 veces más tiempo que los hombres, según un informe de 2018. En España las mujeres dedican de media un 56% de su tiempo a tareas no remuneradas, mientras que los hombres sólo un 30%» (Joana Rei).


La falta de políticas reales de conciliación y el machismo institucionalizado que impera en nuestra sociedad, explican que las mujeres sigan estando por detrás en las tablas, a pesar de constituir el 51% de la población y de ser las que creamos a las personas del futuro. Al ritmo que avanza la reducción de la brecha laboral, necesitaríamos 43 años más para ponernos a la altura de los hombres; eso, si no se suceden crisis como la actual que nos devuelve a la casilla de salida. Habrá que ver si las medidas propuestas por el Real Decreto 902/2020 de 13 de octubre de igualdad retributiva entre mujeres y hombres nos acerca más al equilibrio demandado . 



BIBLIOGRAFÍA


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